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| La relajación puede conducir a sutiles estados de conciencia |
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La relajación es una práctica excelente para mejorar resultados en cualquier proceso de coaching o psicoterapia, especialmente cuando asociados hay problemas de estrés y/o ansiedad. Es también un aliado excelente para mejorar tu calidad de vida.
Si nunca la has practicado, sugiero que empieces tumbad@ en un sitio cómodo pero que no invite a dormir, la cama no es un buen lugar, especialmente si tienes sueño, lo ideal es una colchoneta en el suelo. Un consejo, no te hagas la pregunta... ¿lo estaré haciendo bien? durante el proceso, olvida cualquier tentativa de análisis sobre tu experiencia; la comprensión llega con la práctica paciente, déjate llevar.
Después de un tiempo, puedes seguir experimentando sentad@ para, poco a poco, ir incorporando las sensaciones producto de la relajación a tu quehacer cotidiano. Para esto último será necesaria una técnica adicional que explicaré más adelante, pero antes debes familiarizarte con la práctica inicial.
Empezaremos con la respiración abdominal
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Puedes poner una música suave si lo deseas (instrumental, sin voz humana), incienso o aromas de aceites esenciales... Una vez colocad@ cómodamente, cierra los ojos e inspira por la nariz y exhala por la nariz o por la boca, como te sea más cómodo; imagina que un tubo conecta desde tus fosas nasales hasta tu bajo vientre y por él el aire se dirige hacia tu abdomen, con cada inspiración este se eleva, deshinchándose con la exhalación. Puedes colocar tus manos sobre tu vientre para verificar sensorialmente este vaivén.
Hazlo suavemente, sin forzar, lo harás mejor a medida que vayas practicando. Imagina que con cada inspiración absorbes energía vital, luz, o cualquier otra metáfora que te sugiera vitalidad, y a medida que exhalas eliminas todas las tensiones, las preocupaciones, los pensamientos obsesivos e irracionales sintiéndote cada vez mejor y mejor, más y más relajado... Puedes imaginar que absorbes una energía blanca y luminosa que te purifica por dentro y al expulsarla exhalas con ella y echas fuera aire oscuro, con todas las impurezas y residuos físicos, energéticos y emocionales. Si quieres ampliar sobre la respiración, encontrarás más en el siguiente enlace:
Cuando hayas realizado unas cuantas respiraciones lentas y profundas, imagina una esfera de luz cálida y brillante por encima de tu cabeza... esta luz te va a aportar serenidad, y conexión con tu cuerpo y sentir profundo. Ahora, poco a poco, imagina que la esfera de luz inicia un trayecto desde tu cabeza hasta tus pies, experimenta lentamente este recorrido.
Es muy importante en esta fase dejarse llevar por la imaginación, como si esta esfera de luz fuera una realidad, de hecho es una realidad en tu psiquismo cuando la visualizas, y déjate llevar por la sensación de que a su paso, por cada parte de tu cuerpo va disolviendo las tensiones, dejando calidez, relajación, serenidad profunda...
Detente en la cabeza y observa cómo se relaja la piel, la musculatura, los ligamentos.... imagina que la sangre que circula por tus venas absorbe esta luz y la va distribuyendo por todo tu cuerpo llevando a todas tus células vitalidad, salud y serenidad...
Ve bajando por tu cara deteniéndote en cada parte de tu rostro, sigue por tu cuello, tus hombros, los brazos, el tórax y el abdomen... sigue llevando esa esfera de luz por tu espalda, y de nuevo la diriges hacia tus caderas, órganos sexuales, muslos, rodillas, pierna, tobillo y pies.
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| Déjate llevar por nuevas percepciones durante la relajación |
Es muy importante detenerte en cada parte de tu cuerpo y verificar con la imaginación cómo la esfera de luz te relaja más y más. Al finalizar en tus pies, date permiso para disfrutar de esta sensación de paz, imagina que la luz baña todo tu cuerpo, como si fueras una gran esfera de luz que te interpenetra por completo desde dentro hacia fuera y desde fuera hacia dentro..., imagina que su palpitar te va relajando más y más profundamente.
Cuando quieras volver a tu estado de vigilia, realiza unas respiraciones profundas para despejarte, toma contacto con tus sensaciones corporales lentamente mientras mueves despacio los dedos de los pies y manos, luego piernas, brazos, el cuerpo y cuando estés preparado abres los ojos.
Permítete bostezar y estirarte tanto como quieras para volver al estado de vigilia.
Este ejercicio te irá bien para reducir el estrés y la ansiedad; también como preliminar para realizar otro tipo de meditaciones y dinámicas mentales que iremos viendo.
Hay muchas otras técnicas de relajación algunas específicas y otras más generales, esta es sólo uno de ellas que puede ir bien a cualquier persona y que incluye una simbología que le es familiar al subconsciente.
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